En
tiempos como este que nos ha tocado vivir, en el que vemos como los derechos
que hemos adquirido a lo largo de nuestra historia nos los roban a golpe de
decretazos de un Gobierno vergonzante y opresor que no representa al pueblo,
sino a los intereses de los más ricos y a los grandes grupos financieros de las grandes potencias
económicas, un tiempo cruel en el que sin hacer absolutamente nada para
merecerlo, nos hacemos muchísimo más pobres de lo que ya éramos, pues nuestro
nivel adquisitivo parece haberse suicidado o simplemente tirado de cabeza a una
cloaca, en tiempos como este en el que todo es gris, desalentador,
descorazonador y sucio, invoco mi mayor capacidad para ser fuerte, lo más
fuerte que pueda, para levantar la cabeza y mirar hacia el azul del cielo, el azul
del mar, porque quiero alzar mis brazos hasta arriba, tanto como alcance, al tiempo que gritar, hasta desgarrarme la
garganta, que no, que no podrán
conmigo. ¡Basta ya!, porque mi libertad es un tesoro que conservo en mi interior,
dentro de mí, y allí alimenta
mis sueños más felices.
¡Ven, ven
conmigo! ¡Agarra mi mano y sigamos adelante! ¡Escribamos juntos el final de
nuestra historia!, porque nosotros somos, y debemos seguir siendo, los únicos
dueños de nuestras vidas.¡Sé feliz! Esfuérzate en conseguirlo.